Historia breve de un desvelo

 Fui a tomar un poco de agua. El whisky de anoche me dio sed.

Volví a la cama y me tapé. Dejamos las ventanas abiertas. Es noviembre, hace calor y afuera todo duerme, incluso las insoportables mascotas de los vecinos.

La luz tenue de la luna se cuela por las hendijas de las persianas, descubriendo suave tu silueta en la oscuridad. 

Ahora el mundo se detiene. Maravillada por las confusas imágenes grises de la noche, donde tu cuerpo se mezcla con las sábanas y la brisa con tu respiración.

Tan pacífico en tu sueño, mientras tu consciencia no está acá. Siento que al mirarte logro traerte de regreso. Como si nacieras otra vez. Y seguís siendo un hombre aunque ahora te vea como un niño, durmiendo con una mano en el pecho.

-O será que yo nazco de nuevo al percibir plenamente este instante-

Afuera irrumpe el silencio un gato desquiciado. Escucho el ruido de la calle. Los autos que pasan a lo lejos.


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