Reflexión sobre el equilibrio

 Somos una perfecta y sagrada dualidad, mitad masculino y mitad femenino.
No necesito ser defendida por nadie, porque sé que mi poder es interior.
Necesito más amor que protección.

 Sabiéndome grande, acepto con humildad mi posición en esta vida.
Yo Soy responsable de mí y no le dejo esa responsabilidad a nadie más, por respeto a Todo.

 Llegará esa era, en la que lo masculino tenga en equilibrio su femenino, y lo femenino honre también su masculino.
 Ya pasamos por la era del hombre, entramos en la era de la mujer. Son ciclos perfectos y llegará el tiempo en el que solo sea humanidad, respetándonos y fundiéndonos. Sabiendo que todos somos diferentes y perfectos. Que cada ser es único e irrepetible pero a la vez con el mismo latido de corazón, en sincronía con el cosmos.

 
 Hoy quiero reflexionar, amar y agradecer a cada mujer que a sufrido por no tenerse a ella misma, por cada hombre que se ha dado cuenta de esto y consciente o inconscientemente, en vez de ayudar a integrar, aprovechó para sentir poder y supremacía, dañando lo más hermoso...

 Quiero poder perdonar toda esa cultura y mala educación emocional y psicológica que hemos recibido a la fuerza, a través de la violencia, creando solo diferencias entre nosotros e inclinando el poder de un lado de la balanza.

 Hoy enciendo un fuego por las preciosas mujeres que se han sentido ultrajadas y deseo amor y luz en cada corazón. Hoy dedico mi día a honrar a cada una de las mujeres que me han impulsado con sueños, fuerza pero también con la aceptación de sus vulnerabilidades, a ser lo que soy. A todas mis hermanas que están en el camino encendiendo los corazones para despertar al Amor Sagrado.
 Hoy agradezco el corazón de cada hombre que sí respeta su lado femenino y por ende puede puede respetar a las mujeres. 

Por una Era de la mujer para la compasión, el amor, el equilibrio, el respeto, la empatía.




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