BRUMA
Cruzando paredes de arena
caminamos juntos buscando el mar.
Encontramos un paisaje embravecido
donde el invierno salvaje y gris
fusionó en el aire frío
tu aliento tibio con el mío.
Cada ola agitando el viento
crispó con fuerza nuestros cabellos.
Y aquella pintura impresa en miradas
fue llevada por nosotros
como un cuadro de amor espléndido,
suspendido
viajando en la bruma.